viernes, 14 de febrero de 2014

Aspectos Importantes.

El término música latinoamericana, o su apócope música latina, se emplea popularmente para englobar diferentes ritmos y músicas de América Latina y del Caribe. 

Este término se empezó a utilizar partir de los años 1950 en los Estados Unidos para referirse a los ritmos musicales típicos de America Latina, buscando una diferenciación entre la los estilos de origen afroamericano de los afrolatinoamericanos. En este sentido, se considera que hacen parte de la música latina, un gran número de géneros: merengue, bachata, salsa, rumba, bossa nova, la cumbia, el flamenco, el tango, el fado, la milonga, el rock latino; desde la música norteña de México a la sofisticada habanera de Cuba, desde las sinfonías de Heitor Villa-Lobos a los sencillos sonidos de la quena. El único elemento en común que tienen estas músicas es el uso de los idiomas latinos, predominantemente el español y el portugués de Brasil, aunque en este último país se prefiere el termino música de América Latina. 

En su forma más generalizada, la música latina se corresponde a los bailes y músicas populares originarios de América latina o que simplemente son interpretadas en español. 

Aceptando la definición popular, se puede decir que existen diversos estilos de música latina en el continente americano, En los cuales predomina en diferente grado elementos musicales europeos, africanos o indígenas. En el pasado, varios autores habían sugerido posiciones extremas, como que la música latina está privada de la influencia africana, o por el contrario, que es puramente africana y carece de elementos indígenas y europeos. Hoy en día, está generalmente aceptado que los ritmos latinos son sincréticos. Específicamente, las formas españolas de composición de canciones, los ritmos africanos y la armonía europea son partes importantes de la música tropical latina, así como de los géneros más modernos como el rock, el heavy metal, el punk, el hip hop, el jazz, el reggae y el R&B 

La décima, forma de componer canciones de origen español en donde hay diez líneas de ocho sílabas cada una, fue la base de muchos estilos de canciones latinoamericanas. La influencia africana es, asimismo, central en los ritmos latinos, y es la base de la rumba cubana, la bomba y la plena de Puerto Rico, la cumbia colombiana, el samba brasileña, la marimba ecuatoriana y de varios estilos peruanos como el festejo, el landó, el panalivio, el socabón, el son de los diablos o el toro mata. En Perú hay regiones donde la influencia musical africana se entremezcla con la gitana. Ejemplos de esto se hallan por todo el norte y centro del país en ritmos tales como la zamacueca, la marinera y la resbalosa. Uno de los mestizajes musicales más raros, la influencia afrogitana se nutre de la cultura andina, dando origen a ritmos como el tondero, la cumanana y el vals peruano. En Argentina, la influencia africana tuvo muchisimo que ver en la formación de ritmos tales como: la Chacarera, el Malambo, la Payada, el Tango, la Milonga (campera y urbana); y por supuesto, el Candombe argentino y sus variantes (el afroporteño, el afrolitoraleño, etc.). 

Otros elementos musicales africanos son más prevalentes en la música religiosa de tradiciones sincréticas y multifacéticas, como el candomblé brasileño y la santería dominicana y cubana. 

La síncopa, técnica musical en donde se prolonga el sonido de una nota de un compás, es otra característica de la música latinoamericana. El énfasis africano en el ritmo también se heredó, y se expresa mediante la primacía dada a los instrumentos de percusión (que en conjunto se conocen como "percusión latina"). El estilo de llamada y respuesta es común en África, y también está presente en la música de América Latina

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